Nuevos y viejos residuos
- Por Super Usuario
La crisis del coronavirus ha traído nuevos residuos contaminantes para la naturaleza. Al plástico, latas, botellas y colillas les ha salido un flamante competidor: los guantes y las mascarillas. Apelar a la responsabilidad individual y colectiva no está de más cuando las imágenes nos muestran que aún hace falta mucha educación y concienciación
Nuevos
Mascarillas: La crisis de la pandemia de la COVID 19 nos ha dejado un nuevo residuo que empieza a verse por el suelo de nuestras calles, parques y jardines. Hablamos de las mascarillas. Nos las ponemos para evitar posibles contagios entre las personas pero luego las tiramos sin más, sin reparar en esta mala conducta y en que este residuo puede tardar hasta décadas en desaparecer del medio ambiente. Para evitar este nuevo desecho contaminante, debemos depositarlo en la papelera de la calle o en el contenedor gris de la basura normal.
Guantes: Al igual que las mascarillas, los guantes han proliferado durante el estado de alerta y ya es habitual verlos abandonados por cualquier sitio, también en la playa. La mayoría de este tipo de protectores que usa la población para evitar posibles contagios no pueden ser reutilizados ni reciclados, de ahí la importancia de saber gestionar bien estos residuos. Como las mascarillas y otros medios de protección desechables, los guantes deben ir también al contenedor gris, así como cualquier residuo que genere en una casa cualquier persona que esté infectada.
Viejos
Plásticos: botellas de agua o refresco, briks, bolsas, vasos, material de obra. La presencia del plástico en nuestro entorno sigue siendo habitual, a pesar de las numerosas batidas de limpieza que hacen cuadrillas de trabajadores de forma intermitente. La responsabilidad de no contaminar nuestros espacios verdes con estos residuos altamente contaminantes está en cada uno de nosotros y en cada empresa , pública o privada, que utiliza este material y que luego abandona hasta que se lo lleva el viento. Estos envases deben depositarse en el contenedor amarillo.
Botellas: Aunque el vidrio es el envasado más respetuoso con la naturaleza puesto que luego es fácilmente reciclable, esta cualidad no implica que podamos depositarlo sin más en cualquier espacio libre esperando el milagro del reciclaje. Las botellas de vidrio también generan un impacto negativo sobre nuestro entorno, deterioran el suelo, se convierten en trampa mortal para numerosos animales pequeños como el perenquén y tardan miles de años en desaparecer. Debemos depositarlas en el contenedor verde.
Escombros: A la basura que residentes y visitantes arrojan en cualquier parte, hay que sumar los vertidos ilegales de escombros, otra conducta incívica que ha aumentado durante los meses de confinamiento por el estado de alarma. Estas ilegales escombreras ensucian el paisaje y degradan el medio ambiente que algunos no respetan, no sabemos si por mala conducta o por ignorancia. Desde la Asociación Papacría se está desarrollando la campaña “No compartas tus escombros” dentro del proyecto educativo “Huellas de la ignorancia”. A través de la App de geolocalización Papacría se pueden registrar todos los puntos de escombros encontrados y fotografiados, que estarán localizados en un mapa insular, así como información sobre puntos limpios y otros servicios donde deben ser tratados estos residuos. Para más información sobre esta iniciativa pueden visitar la web papacria.org. y el tutorial sobre el uso de la aplicación papacría en youtube.