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Garcilla bueyera, aves que eligen Lanzarote

Un ave migratoria que en las islas canarias sólo puede observarse en Lanzarote, donde habitan unas 300 parejas

 

Texto/Fotos: F. Gimeno


La garcilla bueyera es una garza de pequeño o mediano tamaño que hasta la mitad del siglo XIX habitaba en áreas tropicales y subtropicales de África, pero que en las últimas décadas ha aumentado su área de distribución alcanzando las ciudades. Dentro del territorio español, se localizan en dos áreas: una en las cuencas hidrográficas del oeste peninsular (Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha, Castilla-León y Madrid), y otra oriental, con colonias en País Vasco, Aragón, Navarra y Levante, además de en Baleares. En Canarias se da la circunstancia de que este ave migratoria sólo habita en la isla de Lanzarote.

 

La garcilla bueyera (Bubulcus ibis), es un ave en expansión, que dotada de una asombrosa capacidad de colonización, ha ocupado nuevos emplazamientos recientemente. Es el caso de Lanzarote, donde a finales de los ochenta se constató la presencia de una sola pareja que, se supone haría escala en la isla de los volcanes en su ruta desde el norte de África hacia la Península Ibérica. A mediados de los noventa, llegaron a contabilizarse hasta 400 ejemplares en determinadas épocas del año.


Esta especie ha ocupado dos emplazamientos en la isla, uno en el antiguo parque Ramírez Cerdá, donde estuvieron hasta finales del 2009, año que el Cabildo de Lanzarote acordó junto al Ayuntamiento de Arrecife trasladar la colonia de garcillas a otro lugar, para así terminar con los problemas de ruido y suciedad que ocasionaban en el centro de la ciudad. Y otro, en la arboleda existente junto al edificio de la máxima institución insular, adonde fueron trasladadas desde el parque viejo, y en donde se ha producido un aumento considerable de la población de garcillas gracias al acondicionamiento del espacio.


Temores infundados


Los últimos datos oficiales que maneja el departamento de Medio Ambiente del Cabildo son de 2010 y apuntan a 297 parejas de garcillas bueyeras. Este incremento de la colonia ha provocado algunos temores en el sector ganadero, ante la posibilidad de que este ave pueda ser causante de enfermedades en el ganado caprino, si bien este extremo no ha sido demostrado.


Otra preocupación es que su carácter oportunista les lleva a comer el alimento de otras aves en perjuicio de la avifauna local, circunstancia que podría perjudicar a una población de aves tan emblemática como la avutarda hubara (Chlamydotis undulata fuerteventurae), ya que es frecuente ver garcillas por zonas de cultivo y siguiendo a los rebaños por las llanuras de El Jable. Sin embargo, la población de hubaras también ha aumentado en los últimos años, según datos aportados por el Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat (GREFA), tras el último censo realizado de esta singular ave, por lo que la presencia de garcillas por El Jable no parece afectarles.


Estas inquietudes fueron planteadas en el debate que prosiguió a la charla que bajo el título “La colonización de la garcilla bueyera en Lanzarote” ofreció el jefe de Servicio de Medio Ambiente del Cabildo de Lanzarote, José Cabot Nieves, organizada por la Asociación Medioambiental Viento del Noreste, y que se celebró en el Complejo Agroindustrial de Teguise.


Aunque de momento no existe ninguna consigna en firme respecto a la posibilidad de reducir la colonia de garcillas, sí existe la preocupación entre los colectivos conservacionistas de que desde la máxima institución insular se plantee rebajar la protección que tiene este ave.


La garcilla bueyera es una especie diurna, omnívora, que tiene la costumbre de seguir al rebaño bovino para alimentarse de los artrópodos que espantan los rumiantes mientras pastan. Al contrario de lo que se cree popularmente, esta garza no se come los parásitos de los cuerpos del ganado sino que van dando vuelta entorno a los animales o de los tractores, ya que estos movimientos revuelven los insectos que éstas se comen, entre otros los saltamontes que tanto daño hacen a las cosechas.

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