Una estrella llamada Yenedara
- Por Super Usuario
Melania Brito: “En nuestra despedida le prometí a mi hija seguir luchando por ella y por otros niños”
P.D.V./ Fotos. M.B
Después de luchar contra un agresivo tipo de cáncer, denominado neuroblastoma,la pequeña Yenedara se convirtió en estrella. Con apenas cuatro años se transformó en un alto astro que ilumina día a día el camino de su madre, Melania Brito. Descubrir que un hijo tiene cáncer es una experiencia desconcertante e incluso aterradora, pero la entereza, con la que la niña enfrentó al tratamiento médico y sus anhelos de futuro, han llevado a su progenitora a mirar la vida con otros ojos y, especialmente, a comprender que la lucha es de todos. Así inició una campaña de recaudación de fondos destinada a "lograr una investigación digna para este cáncer" a través del proyecto “Estrellita Mágica de Yenedara”. “Fuimos al médico porque se le habían inflamado los ganglios del cuello, después de 11 días de analíticas constantes le hicieron una ecografía y le encontraron un tumor. En Lanzarote no sabían si eran bueno o malo pero cuando me dijeron lo que le habían encontrado lloré de impotencia”, recuerda Melania, poniendo voz al peor de los diagnósticos. Y es que tras los accidentes de tráfico, el cáncer resulta la segunda causa más importante de mortalidad infantil en los países desarrollados. El neuroblastoma es uno de los más agresivos, menos investigado y el segundo caso más mortal en nuestro país. “Cuando Yenedara y yo hablábamos de volver a nuestra isla siempre nos imaginábamos que íbamos a hacer después de pasar todas estas fases del tratamiento, y en una de ellas que estábamos en el hospital, ella me dijo: Mamá cuando vuelva a Lanzarote quiero seguir ayudando a todos los niños que vengan con un dragón”. El deseo se hizo promesa.
Campaña solidaria
Ninguna persona está preparada para escuchar que su hijo tiene una enfermedad que atenta contra su vida. Para la mayoría de los padres, las primeras semanas son difusas, pues tienen mucho que asimilar. “Antes de que Yenedara enfermara temía ir a un médico, por el miedo de que me diagnosticaran algo y no poder estar en su vida, pero una vez que ella se fue, me da igual morir, creo que sería mi reencuentro con ella y sinceramente deseo que sea pronto, pero es verdad que creo que la muerte tiene que ser natural, para poder reencontrarnos, creo que si yo me muriera porque yo quiero es decir que yo lo haga, le estaría fallando. Ella luchó como una gran guerrera y para mí ella es mi ejemplo a seguir. Le prometí salir adelante por ella, no le voy a fallar”, explica Melania. La fuerza de su pequeña la contagia y pretende seguir. Lo hará por su bebé, pero también por todos esos niños y padres que buscan en la investigación el remedio. “Mi objetivo es poder llegar a conseguir una investigación digna, una investigación que de más esperanzas de vida, una investigación que evite las recaídas... Y para todo esto se necesita muchísimo dinero. Pero como siempre digo pasito a pasito se consiguen grandes cosas”. Aspira a aportar su granito de arena, a la vez que otros ciudadanos, afectados o no, se sumen a la causa mediante su colaboración a través de diferentes iniciativas. “Le dije a mi hija que no se preocupara que íbamos a seguir ayudando, y el día de nuestra despedida le prometí que mamá iba a cumplir su objetivo”.
De la mano de la Asociación NEN, creada por padres y familiares de niños afectados en Neuroblastoma, surge el proyecto de la Estrellita de Yenedara, pensada para recaudar fondos y a la que ya se ha sumado el pueblo lanzaroteño. “Estoy muy sorprendida por como todo el pueblo conejero está respondiendo a mi llamada para despertarnos y ayudar a conseguir una investigación digna, por desgracia la voz siempre la ponemos madres y padres afectadas por este sufrimiento, pero creo que si no somos nosotras quien intentamos ayudar al resto de los niños nadie lo va a hacer”.
Mirando al futuro
Melania sintió el dolor más duro. Pero la muerte de su hija no le hace flaquear. Alza la voz por ella y por todos los niños que padecen tan cruel enfermedad. En sus peticiones se atreve a lanzar un mensaje claro a los nuevos gobiernos. Pide humildad y empatía en su gestión. “Creo de corazón que los gobiernos deberían ser más humildes y tener esa empatía con el resto del pueblo tanto canario como del resto de España, la salud no es un juego, y tenemos derecho a vivir y a luchar por nuestras vidas con unas investigaciones dignas, y creo que ellos son los que también deberían dar voz a estas necesidades”. Ojalá sus palabras contribuyan a mundo mejor. “Espero poder abrir los ojos a todos los ciudadanos porque por desgracia el cáncer tanto infantil como de adulto llama a la puerta un día sin esperalo, ayer me tocó a mí, hoy otra familia lucha, y mañana le puede tocar a cualquiera. El cáncer tiene un abanico lleno de nombres, que todavía queda por investigar.”.