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Borja Rubio, concejal de Somos Lanzarote en el Ayuntamiento de Arrecife

 

 

“El tripartito en Arrecife está unido por el pegamento del poder, la gente está en segundo lugar”

 

P.D.V./ Fotos: Cedidas

 

Su partido ha levantado la voz para denunciar la situación en la que se encuentran nuevamente las empleadas del servicio de ayuda a domicilio de Arrecife ¿qué ha ocurrido?

El grupo de gobierno tiene una responsabilidad clara en una situación dramática que lleva más de un año. Primero, por no cumplir la legislación: la persona responsable del contrato no tiene la cualificación que le exige la Ley. Segundo: por desentenderse de su labor de fiscalización del contrato, ya que han habido sucesivos incumplimientos del pliego y el grupo de gobierno no se ha surtido de los mecanismos oportunos para repararlos. Y en último lugar, porque saben desde hace más de seis meses, que en muchas ocasiones las personas dependientes y mayores del municipio, más de cien familias, estaban quedándose sin recibir el servicio, y no han hecho nada para solucionarlo.

 

Ha comentado usted que el tripartito en Arrecife está pedaleando en bicicleta estática, así no se avanza.

Empezamos la legislatura con muchísimos asuntos importantes por delante: limpieza, inmuebles históricos, servicios sociales, infraestructuras básicas en los barrios, seguridad, etc. A día de hoy, la gran mayoría de esos asuntos no han sido siquiera tratados con la profundidad que merecen, y ninguno ha sido solucionado. Arrecife es la séptima ciudad más pobre de todo el Estado español, la tasa de desempleo es cercana al 25%, y en los jóvenes las cifras de desempleados se dispara. Tenemos constancia además, que el absentismo escolar va en aumento especialmente en los barrios de la capital. Frente a esto, hay un inmovilismo absoluto de PSOE-CC-PIL, por ejemplo, en el año 2016 se dejaron de invertir más de 500 mil euros en programas de servicios sociales, mientras que en Promoción Turística y Festejos se superó con creces las partidas presupuestarias consignadas.

 

El Plan General es otra china en el zapato municipal. Y mientras llega siguen paralizadas cuestiones como el catálogo de bienes, cuyas ruinas afean la ciudad.

Me avergüenza que Arrecife sea conocida como la ciudad de las vallas. Encontrarte los edificios emblemáticos cayéndose al piso es inaceptable. La cuestión es que muchos de los propietarios de esos inmuebles quieren dejarlos morir para especular con el suelo y a PSOE-CC-PIL les parece perfecto. Somos Lanzarote ha puesto sobre la mesa tres propuestas encaminadas a la restauración de estos inmuebles y todas han sido rechazadas. Conseguimos que se acordara la generación de una Mesa de trabajo con representantes políticos y de la sociedad civil del municipio, y manifestamos nuestra voluntad de arrimar el hombro para que se consiga un instrumento urbanísitico de consenso.

 

Sin embargo el grupo de gobierno ha mantenido diversos encuentros para agilizar el proceso.

Son reuniones a puerta cerrada con los grandes propietarios de suelo, convenios con empresas que hacían perder al Ayuntamiento espacios públicos, informaciones contradictorias e inseguridad jurídica. El propio concejal de Urbanismo quería aprobar inicialmente en agosto de 2016 un documento que a fecha de marzo de 2017 no está en el Ayuntamiento. También nos preocupa la situación del Islote del Francés, ya que el grupo de gobierno está empeñado en permitir, a toda costa la construcción en dicho espacio una mole de siete plantas, que cambiaría radicalmente el litoral de Arrecife. Instaremos al grupo de gobierno a modificar su postura y a surtirse de los argumentos legales que le permitan recuperar mayoritariamente ese espacio para el disfrute de la gente.

 

Ahora que conoce el Ayuntamiento desde dentro, ¿se puede decir que estos asuntos no están parados por la burocracia institucional a la que tanto se alude?

El Ayuntamiento de Arrecife vive un absoluto estado de excepción, como cuando una población sufre un huracán, o una tormenta que destruye todo lo que encuentra a su paso y pasan muchos años hasta que la vida vuelve a la normalidad. Después de varias legislaturas de saqueo, y de robo al bolsillo del pueblo de Arrecife, el Ayuntamiento se encuentra con unos cimientos muy débiles, y segmentos clave de la Institución están absolutamente viciados por este pasado tan reciente.  A mi juicio, en Arrecife es necesario un gobierno de cambio, rupturista, para acabar de una vez por todas con las inercias, los manejos y las fórmulas de hacer política de la etapa de la corrupción política a mansalva en el Ayuntamiento, del Caso Unión, Montecarlo, etc. Este grupo de gobierno, PSOE-CC-PIL, no lo es. Todos levantaron su mano para aupar a la Alcaldía a un imputado a principio de legisltura, y con sus decisiones de un tiempo a esta parte, se han identificado como herederos de las peores formas de hacer política.

 

Entoces más que de burocracia es cuestión de voluntad

El problema esencial para que Arrecife no prospere es la ausencia de voluntad política. Los tres socios de gobierno están más preocupados por arreglar sus conflictos entre ellos, y a su vez, cada uno de ellos en arreglar sus propios partidos internamente que en sacar para adelante los problemas de la ciudad. Este tripartito está unido únicamente por el pegamento del poder, los intereses de la gente están en un segundo lugar en la agenda de prioridades.

 

Usted propone un cambio, pero los partidos progresistas en Lanzarote van cada uno por su lado. ¿Se unificaran criterios para dar una alternativa?

En el 2015 la ciudadanía envió dos mensajes claros: el primero que ya estaba bien de la misma política de siempre y que era necesario cambiar, de ahí que la suma de los votos de los partidos progresistas (Somos, Podemos e IU) en Arrecife nos colocaban primera fuerza, y también nos daban un gran resultado en el Cabildo. Y el segundo de los mensajes es que ninguna de esas fuerzas estaba capacitada para acumular los suficientes apoyos para cambiar las cosas, por si sola. Partiendo de esas dos premisas, creo que debe haber una reflexión profunda que nos interpele a todos a construir una mayoría social y política amplia en el futuro inmediato, que vuelva a llevar a Lanzarote donde se merece. Creo que ese camino ya está empezando a andarse a través del trabajo, en instituciones como Arrecife, donde tenemos buenas sinergias con Podemos, o en San Bartolomé y Teguise con Izquierda Unida.

 

 

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