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Omar Wade, maquillador: “No hay que disfrazar sino empoderar a nuestros clientes”

Texto: P.D.V./Fotos. Nebula Fotos Lanzarote

 

Aprender a maquillarse y hacerlo también en el cuerpo y rostros de otros, no es nada sencillo. Más que una profesión es un arte que se lleva dentro. El trabajo de un maquillador no se limita a embellecer a una persona para un evento especial o para que aparezca en televisión; tiene la opción de dedicarse al maquillaje artístico, al body painting o convertirse en caracterizador. Omar Wade, uno de los maquilladores más solicitados de Lanzarote nos demuestra que maquillador se nace.

 

Siguiendo su trabajo veo que lo suyo más que maquillar es diseñar. Diseñar sobre la piel. ¿Cómo ha sido su trayectoria?
Pues sí, se podría decir que quienes nos dedicamos a esto diseñamos el maquillaje en base a la morfología facial, los óvalos faciales de cada cliente. Siempre teniendo como finalidad si nos referimos a un maquillaje social el no perder la esencia de la persona que contrata nuestros servicios. Es importante el no disfrazar sino el potenciar y empoderar a través de nuestra forma de arte. Desde muy pequeño siempre me llamó mucho este mundo, sobretodo el de los efectos especiales. Para los ojos de un niño es magia el poder crear personajes a través del maquillaje.

 

Siente que es un reto enfrentarse a la personalidad y cuerpo de cada persona?
Sin duda alguna, es un reto cada cuerpo o cada rostro que contrata mis servicios de maquillaje. Es una habilidad que se va ganando con el tiempo. Igualmente, y desde mi experiencia, creo que antes de mover las brochas hay que preguntar y preguntar de manera que podamos crear una conexión con el clienta y de esta manera crear un look personalizado y con lo que se sienta reflejada y potenciada cada persona.

 

A veces nos olvidamos de esta labor por atender más a una prenda o a un peinado, ¿en qué momento está la profesión en Lanzarote?
Es cierto que de unos años para acá se nota mucho más la demanda por este tipo de servicios y el conocimiento/ desconocimiento que se tiene gracias a las redes sociales. Personalmente no puedo hacer un balance de cómo va la profesión en general, puedo decir que personalmente me va bien, me puedo dedicar a lo que siempre me apasionó, ya sea ahora que hago más bodas y hace diez años cuando creaba mis criaturas en el salón de casa de mis padres. Independientemente de tener ahora más trabajo que antes, nunca he dejado de crear y es ahí donde está la parte importante.

En la cocina dicen que el secreto está en la salsa, podemos decir que unos buenos productos son esenciales para un maquillador o ¿vale más en la creatividad?
Ambas son importantes pero siempre estaré del lado de la creatividad porque ésta es el alma que nutre a cualquier artista. Mi primer maletín de maquillaje lleno de productos no llegaba ni a 20€ pero no fue impedimento alguno para poder crear looks de maquillajes. Aguantarían más o menos pero los creaba. Con los años y cuando ya cobras por lo que haces cada vez inviertes más en mejores productos y tienes más conocimiento de lo que compras y su uso. La creatividad es el alma de cualquier obra de arte o expresión artística.

 

Entiendo que la formación es importante en este oficio, ¿qué consejo le darías a alguien que está empezando?
La formación es muy importante ya que hay pilares fundamentales en este mundo como las morfologías faciales, teorías del color y un largo etc. Cada artista tiene que crear su propia identidad, sin duda es algo difícil en el día de hoy con tantas referencias y la sensación constante de que ya está todo creado. Es un camino desde lleno de logros y de fallos pero algo en lo que siempre me refugio es en el maquillaje. Un gran filósofo de nuestro siglo Daniel Habif, tiene una cita que siempre tengo presente: “La creatividad no expresada les aseguro que se convierte en dolor y esto en frustración”.

¿En qué momento te convertiste en maquillador?
Pues yo creo que cualquier persona nace artista o con un don que va desde escribir libros, hacer pan o crear una máquina, lo demás dependerá de muchos factores: corrientes artísticas, estimulación de la creatividad en la infancia, etc . El primer trabajo remunerado lo hice hace 12 años y es desde entonces he tenido más o menos trabajo pero ya sea conmigo mismo o con clientas aún así mi cabeza y mis brochas nunca dejaron de crear.

 

¿Existe una fuente de inspiración? ¿Cuál es la parte más dura de su trabajo?
Todo supone una fuente de inspiración desde caminar por Famara, visitar la casa de César Manrique o darte un baño en la playa. Siento que siempre capto información para trasladarla a una creación sobre la piel. Tengo parte canaria (parte materna) y africana( parte paterna) son dos pilares y fuentes inagotables de referencias, historias y vivencias para plasmar.

 

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