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“El transformismo no es sólo vestirte de mujer es un arte, una expresión”

Su sentido del humor y su habilidad para interpretar a grandes de la copla española le abrieron paso en el mundo del espectáculo, un ambiente que José Manuel Cabrera recorre desde hace 20 años bajo el nombre de Samantha

 

Texto. P.D.V. / Fotos: Eillen Luna.

 

Cuando sube a un escenario José Manuel Cabrera se transforma en “Samantha”. Peluca, taconazos, vestidos de brillos y una puesta en escena en la que trabaja con rigor. Exige para su arte que sea reconocido y respetado por la sociedad, del mismo modo que sostiene respetar al prójimo. Nos dice que a veces cuesta, porque hay pocas ayudas, porque no se reconoce el esfuerzo o porque no se da valor a los artistas locales. Pero para él vale la pena. A pesar de los años trascurridos desde que se subió por primera vez a un escenario sigue sintiendo “un cosquilleo” al que no quiere renunciar. Le han ocurrido múltiples anécdotas y su experiencia sirve de ejemplo a quienes recién empiezan en el mundo del transformismo, un arte que según nos cuenta se mantiene vivo y renovándose constantemente. Veinte años después de la primera vez que subió a un escenario, José Manuel Cabrera “Samantha” estrena disco y lo presenta a sus seguidores el próximo mes de octubre. Sin duda una cita imperdible para conocer más y mejor a este artista lanzaroteño.

 

Para empezar, ¿como debo llamarle? ¿en masculino o en femenino?

En masculino, yo soy José Manuel.

 

¿Qué es el transformismo para ti?

El transformismo para mí es el verdadero espectáculo porque nos caracterizamos, interpretamos, imitamos, inventamos una puesta en escena. Es un trabajo, sí, pero que no está bien remunerado. Desde chico quería ser artista y en enero cumplí 20 años actuando como a Samantha, mi otro yo. El transformismo no es sólo vestirte de mujer, un transformista se puede vestir de cualquier manera y convertirse en uno o varios.

 

-¿Tienes un modelo a seguir?

- Pienso que uno debe buscar su propia personalidad, ser un poquito ambicioso y no conformarse. Xayo fue para mi un punto de partida. Desde niño quise ser artista, pero ignoraba cómo. Recuerdo que vi a Xayo por primera vez en el Parque Islas Canarias, vi a una mujer cantando sobre el escenario y de repente hizo parar la música y habló al público con su característica voz. Me di cuenta que era un hombre y fue en ese momento que entendí lo que quería hacer. Su figura es un referente para el mundo del transformismo, de hecho yo me le parezco mucho porque en mis show hay música y mucho humor.

 

-20 años de trayectoria bien merecen una celebración.

- Lo haremos el próximo 19 de octubre en el centro comercial Marina Lanzarote, de hecho contaremos con Xayo que también actuará. Hemos preparado un CD-DVD con los temas musicales, alguno de ellos compuestos por mí, contiene también una entrevista a mi personaje. Puedo decir que es un sueño cumplido. Invito a todos a que acudan.

 

- ¿Con la experiencia ya no hay nervios en el estómago que hagan tambalear un show?

- Si los hay. Yo sigo sintiendo un nudo en el estómago como la primera vez. Y no por inseguridad porque me preparo cada actuación, puede salir algo mal, no somos perfectos. Es tal la implicación, la responsabilidad que se asume que se sigue sintiendo cosquilleos.

 

- ¿Cómo es el tratamiento que se da a los transformistas en Lanzarote?

-Personalmente hago actuaciones los fines de semana en el Charco de San Ginés. Los sábados a partir de las nueve de la noche. Si me llaman actúo en los distintos pueblos, recientemente participé en las Fiestas de Famara. Hace unos años cada municipio mantenía un espectáculo drag o de transformismo en los días de sus fiestas pero eso ya dejó de hacerse.

 

¿Todo es imitar en el transformismo o aporta algo de sí mismo?

-Yo sigo haciendo imitaciones, me gustan la Pantoja, Lola Flores pero desde el año 2012 voy introduciendo también canciones propias, compuestas por mí e interpretadas con mi voz. Estoy contento, los discos han salido muy bien, el público responde pero quedan espinas. Tengo esa cosita de sentir que falta algo.

 

¿Siente apoyo de las instituciones?

Muchas veces no se reconoce que somos artistas que estamos luchando por mantener una actividad. Llevo veinte años recorriendo escenarios, estuve en la península, en Mallorca, en las islas... Pero pienso que no se me valora. En las gala drag de Arrecife no me han valorado y tengo esa pena. Somos muchos artistas olvidados, luego vemos cómo llegan otros menos preparados y se pone la alfombra roja. Es triste.

 

-¿Eres tu mismo el productor de tus espectáculos?

Sí, y es duro. Ser arte y parte como se dice. Pero yo trato siempre de divertir, dar humor y hacer que el público disfrute. El espectáculo es todo, es el vestido, el maquillaje, la música, el sonido, llega un momento que uno gana para pagar.

 

- ¿Cómo y cuándo le dice uno a los padres que quiere ser transformista?

-Siempre he tenido el apoyo de mi familia, y me siento arropado. Debo decir que no hice las cosas bien respecto a mi homosexualidad. Cuando mi madre me preguntaba no contestaba con la verdad pero luego decidí hablarlo con claridad y me han aceptado. Con mi madre hablo de cualquier cosa, me siento comprendido. El consejo que ellos me dan es que busque una estabilidad laboral aparte del transformismo. Y mis hermanas son mis aliadas, me apoyan mucho, siempre quieren saber cómo será el espectáculo en el que estoy trabajando.

 

- ¿Cree que el movimiento LGTB de Lanzarote cumple su papel?

- Sí lo creo. He colaborado mucho con ellos y siempre que me llaman estaré. Opino que de este tema no se debe hacer un circo, por la gente que recibió palizas, que fue perseguida por su condición. Pero valoro mucho el trabajo que se hace. Queremos ser respetados.

 

-¿Cómo fue tu infancia?

- Yo me crié en Valterra y tuve una infancia muy feliz. Pero sí puedo decir que el colegio sufrí mucho. Me pegaban, me ponían chinchetas, se burlaban, me quitaban la comida. Yo era el mariquita. El rechazo estaba. Pero aprendí a enfrentarme y a no entrar en el juego, en la pelea. Yo siempre supe que era diferente. Yo quería actuar, cantar.

 

 ¿Recuerdas tu debut?

Con mucho cariño además. Luego se han dado otros logros, la posibilidad de grabar mis discos en Las Palmas. Gané el concurso Operación Xayo que se hizo en la TV Canaria. Y eso me sirvió para establecer mayor amistad con él. Pero entre las alegrías la pena de no poder actuar en un teatro de la isla. Todas las puertas se han cerrado. No se responden las peticiones, no he tenido esa oportunidad.

 

¿Te queda algo pendiente?

Sí hacer un libro sobre mi vida. Tengo mucho que contar y espero que algún día un escritor quiera contar mi historia.

 

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