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Volver a comenzar

Elegir el camino de la templanza, la aceptación y la adaptación puede ser la clave de la supervivencia en esta nueva realidad 

 

Tal vez en otro tiempo hubiera elegido el mes de diciembre para compartir esta reflexión pero la singularidad de este 2020 me invita a repensar ahora qué queremos y hacia dónde vamos. Siete meses han pasado ya desde el comienzo de este tan peculiar año y aquí estamos, inmersos en una nueva realidad, tan surrealista como incierta. Esta situación tan extraña nos ha obligado a un parón sin precedentes, un ‘shock global’ -como diría el presidente Víctor Torres- que nos ha llevado a recapitular, y a ordenar algo más que los armarios de nuestros hogares.

 

 

La realidad de cada uno de nosotros es muy distinta, mientras lo que para unos es descubrimiento, para otros es una obviedad y lo que para algunos es encierro, para otros es la mismísima libertad. Pero todos compartimos el mismo sentimiento de incertidumbre, de futuro no escrito y esa sensación de que ya no controlamos ni nuestro propio rumbo. Algunos lo hacemos con esperanza, con energía, con ilusión, con muchas ganas de seguir dando lo mejor de nosotros, con mucho respeto por todo y todos por lo vivido. Otros probablemente con miedo, con temor al que llega, con sospechas sobre éste o aquel, sintiendo la inseguridad de lo desconocido y acusando al inocente de ser el portador, el culpable de un mal al que todavía no se encuentra origen. Y cómo no equivocarnos si en una misma jornada somos capaces de pasar de la felicidad al desasosiego. De no entender algunas cosas a comprender tanto algunas otras que ahí están.

 

Elegir el camino de la templanza, la aceptación y la adaptación puede ser la clave de la supervivencia en esta nueva realidad que nos toca vivir. Por el momento, elegimos confiar. Confiamos en el presente y creemos en un futuro, un mañana que podremos diseñar junto a nuestros seguidores y amigos. Este mes de julio regresamos a las calles después de varios meses confinados, en los que hemos estado abriendo nuestras ventanas desde el portal digital de nuestra revista. Y una vez más regresamos renovados. Quedan cinco meses para cerrar el año, pero tenemos tiempo de volver a empezar, de volver a sentir y de volver a contar por segunda vez, la primera de vez de muchas cosas que creíamos corrientes y que han resultado extraordinarias. Cuando todo quede en el pasado quizás estas anotaciones nos recuerden que de todo se sale y que todo saldrá bien. Por eso no le tengamos miedo al bicho, ese tan nombrado coronavirus, temamos a la indiferencia humana cuando todo pase.

 

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